La mutación como origen de los superpoderes que poseen los superhéroes es un tema recurrente en los cómics creados por Stan Lee y los ilustradores de la casa editorial Marvel. A veces esta transformación es heredada, como en el caso de los X-Men, en otras ocasiones, la causa es un contacto accidental con algún tipo de radiación. Como ejemplos de lo anterior tenemos a Hulk, los Fantastic Four y, el favorito de muchos, Spider-Man.
En el caso de Peter Parker (nombre real de Spidey), su mutación lo dota de las habilidades propias de una araña: trepa paredes, puede cargar objetos que pesan varias veces más que él, además de poseer velocidad y agilidad. Incluso en la versión cinematográfica de Spider-Man, en las películas dirigidas por Sam Raimi,[1] debe su capacidad de arrojar telarañas de las muñecas al contacto con la araña radiada.