Categorías
Ciencia Conciencia Universo

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

La Luna parece tan cercana, su luz tan brillante empapa de cierta forma que en las noches oscuras y sin luces artificiales me siento aliviada. Me encuentro recostada en la azotea de mi casa observando el cielo en una noche despejada y sin nubes, observo esos puntitos tan brillantes llamados estrellas y me pregunto ¿qué tan lejos estarán, cómo se habrán formado?

He escuchado a muchas personas decir que no tiene sentido estudiar el Universo o que no aporta nada productivo a sus vidas, en lo cual yo difiero totalmente, pues esta cuestión existencialista de descubrir cómo llegamos aquí va mucho más allá. Si viajamos al pasado en la antigua Europa, encontraremos grandes pensadores (como Eudoxo, Apolonio, Hiparco, Copérnico, Demócrito, Anaxágoras, Kepler, Galileo y Newton) que se atrevieron a aventurarse en lo desconocido y realizaron los primeros cálculos tanto geométricos como matemáticos para poder explicar los movimientos de los cuerpos celestes y todo como se conoce ahora.

No sólo en Europa, sino también las antiguas civilizaciones de América, como los aztecas o teotihuacanos, que con tan solo observar por días el gran cielo estrellado también hicieron grandes descubrimientos. Es impresionante lo que se logró con base en la observación y la curiosidad, esas ganas de querer entender el mundo nos siguen motivando para descubrir lo mucho que falta en el mundo.

Estoy recostada observando ese puntito preguntándome que tan lejos estará y cómo es que surgió. Esos puntitos, estrellas, son esferas de gas ionizado muy caliente, con gas ionizado me refiero a que los átomos que las conforman han perdido o ganado electrones, estos electrones permiten que dentro de las estrellas se lleven a cabo reacciones nucleares, las cuales permiten que los núcleos de los átomos puedan fusionarse, por ejemplo, los núcleos de hidrogeno se fusionan con neutrones para formar núcleos de helio. Estas reacciones desprenden una gran cantidad de energía en forma de luz y calor, es por eso que vemos a las estrellas brillar  

Toda esta energía emitida por una estrella a lo largo del tiempo nos enseña la edad misma de la estrella y del universo también, un ejemplo de esto es nuestro Sol, la estrella más cercana a la Tierra, del cual recibimos tal cantidad de energía que fue y sigue siendo un factor clave para que la vida exista como la conocemos.

Imaginarte el nacimiento de una estrella, de una galaxia, de un planeta, inclusive del planeta donde vivimos, nuestro hogar, es impresionante. Saber toda esa información te maravilla tanto, pensar que de grandes colisiones macro haya surgido vida, en este caso seres vivos como animales y humanos, como nosotros, como tú.  Y es ahí donde empiezas a entender, a encontrar relación, esa que te hace sentir uno con el Universo.

Saber que al igual que las estrellas, nosotros también estamos formados en parte por hidrógeno, ese elemento que durante miles de años ha existido y que ha sido fundamental para el desarrollo de la vida como la conocemos en nuestro planeta. Entonces analizas y ya no miras como antes esos puntitos, ahora tu forma de admirar el cielo cambia, empiezas a responder de dónde vienes, encuentras sentido a esa frase romántica de Carl Sagan Somos polvo de estrellas, porque efectivamente así es, las estrellas que han vivido durante miles de años, poco a poco terminan su tiempo de vida para dar paso a la formación de nuevas estrellas. Así como esos restos de estrellas, rocas y asteroides que entran a la Tierra han dado paso a la vida como la conocemos mediante la formación de hidrocarburos sencillos, que luego dieron lugar a las proteínas primitivas.  

Hay parte del Universo en ti. Hay hidrógeno en los tejidos de tu cuerpo. Es por eso que realmente la relación que se tiene con el cosmos va más allá de solo conocer el nombre de los planetas de nuestro sistema solar, más allá de decir que no sirve de nada. Efectivamente, te sientes nada y todo a la vez. Te sientes tan infinitamente pequeño en la gran inmensidad del macro cosmos; sentir que como tu veías a las estrellas, ahora eres sólo un puntito, tu pequeña existencia. Pero también te sientes grande en lo inmensamente pequeño del micro cosmos. Eres un átomo en el Universo, pero también un Universo de átomos.

Referencias

[1] Sosa, C.V. (1984). El curso del sol en los glifos de la cerámica azteca tardía.

[2] Sagan, C. (1980). Cosmos

[3] Escalante, S., y Gasce, L., (2012), El origen de los elementos y los diversos mecanismos de nucleosíntesis, Educ. quím., 23(1), 62-68

Autora - Montserrat Fabiola

Estudiante de física de la facultad de Ciencias de la UNAM. Con gusto por la neurociencia, los museos, el jazz, el cine y el deporte, miembro también de la Sociedad Astronómica NIBIRU grupo de divulgación científica. Tiene una gran pasión por los viajes y por aprender siempre algo nuevo en cada lugar.

Diseñadora - Linda Soley Silva

Diseñadora egresada de la Facultad de Artes y Diseño con gusto por los medios de comunicación, las ciencias naturales, el arte, los museos y las expresiones culturales de la caótica ciudad de México. Actualmente estudia una especialidad en animación 3D.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Ciencia
BombillaIluminarte

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

Hay parte del Universo en ti. Hay hidrógeno en los tejidos de tu cuerpo. Es por eso que realmente la relación que se tiene con el cosmos va más allá de solo conocer el nombre de los planetas de nuestro sistema solar, más allá de decir que no sirve de nada. Efectivamente, te sientes nada y todo a la vez.

LEER MÁS »
Arte
BombillaIluminarte

Una receta melódica

Ahora que muchos hemos optado por el distanciamiento social ante la amenaza de un nuevo virus, la comunidad artística se ha ido adaptando para compartir sus creaciones mediante servicios de

LEER MÁS »
Cerebro
BombillaIluminarte

¿Cómo demandar a tu terapeuta?

La psicología y los tratamientos psicológicos son parte de una rama de las ciencias, las ciencias de la salud. Así como un odontólogo atiende lo relacionado a la salud bucal o el cardiólogo atiende lo relacionado con la salud del corazón, los psicólogos se encargan de atender la salud mental. Y no cualquier persona está capacitada para dar un diagnóstico.

LEER MÁS »
Arte
BombillaIluminarte

LE HAN ROBADO EL CORAZÓN

…pero es una historia bonita, bueno es triste pero también bonita, es una leyenda, que quiere decir que es una historia que no pasó pero que las personas inventaron para explicar el arcoíris.

LEER MÁS »
Ciencia
BombillaIluminarte

AFORTUNADA

La hidroponía es una técnica de cultivo que no utiliza el suelo para sembrar, ¿has visto cómo las plantas necesitan tierra, agua y sol para poder vivir? Pues lo que hacemos en la hidroponía es quitarles la tierra y hacer que las plantas crezcan solo con ayuda del agua y del sol.

LEER MÁS »

ESCÚCHANOS

¡DALE LIKE!

SÍGUENOS EN TWITTER

Ofrecemos al público un acercamiento de la ciencia y el arte, desde un enfoque atractivo, por medio de referentes socio-culturales actuales y cercanos a los intereses del público meta.

Categorías
Cerebro Ciencia Conciencia Neuropsicología psicología

¿Cómo demandar a tu terapeuta?

¿Cómo demandar a tu terapeuta?

Cuando dimos de alta a Tamara del servicio de psicología, sus padres tuvieron que firmar varios papeles, incluyendo el reporte de evaluación y el reporte de avances que había hecho desde que inició su tratamiento psicológico.

–¿Pero para qué tanto papeleo?- Me dijeron los padres abrumados ya en la tercera ronda de firmas.

–Por si algún día nos quieren demandar, ya nos protegemos.– les contesté en tono de broma.

Sin embargo para ellos no fue ninguna broma, y con una cara de auténtica sorpresa me dijeron:

–¿Es posible demandar a un psicólogo?

Tomando en cuenta el caso de Tamara la reacción de los padres no debió sorprenderme. A los seis años Tamara tenía problemas para socializar, casi no hacía  amigos, le costaba trabajo hablar y era distante con sus padres. Su maestra le dijo a sus padres que tenía autismo y mientras buscaban ayuda tuvieron la mala suerte de caer con un psicólogo dedicado al “coaching de aprendizaje acelerado”, quien con sólo platicar con los padres diagnosticó a Tamara con síndrome de Asperger. Cuando se enteró del diagnóstico, la directora de la primaria tomó la decisión de expulsar a Tamara de la escuela, pues los docentes no estaban capacitados para atender ese tipo de problemas.

–Les daremos los datos de una escuela especializada en este tipo de casos.– Fue el último contacto que tuvieron con esa escuela.

Dos años después la situación de Tamara era cada vez peor. A sus ocho años no sólo no había aprendido a hablar, si no que estaba más irritable y hacía berrinche por todo. Las estrategias de las profesoras de la nueva escuela, que tanto le ayudaban a los niños con autismo y asperger, no hacían efecto en ella.

Cuando la familia llegó a la clínica donde trabajo volvimos a realizarle la evaluación diagnóstica y determinamos que Tamara no tenía ni asperger ni autismo ni nada parecido. Estábamos ante un caso de mala praxis psicológica: el psicólogo que atendió a Tamara hizo un mal diagnóstico. Esto impidió que Tamara recibiera el tratamiento adecuado para su problema y retrasó su desarrollo por dos años. Los padres desesperados confiaron ciegamente en las palabras del supuesto experto, y debido a que en muchos lugares la psicología no se considera una profesión seria, nunca se les ocurrió que su caso podría ir a juicio.

La psicología y los tratamientos psicológicos son parte de una rama de las ciencias, las ciencias de la salud. Así como un odontólogo atiende lo relacionado a la salud bucal o el cardiólogo atiende lo relacionado con la salud del corazón, los psicólogos se encargan de atender la salud mental. Y no cualquier persona está capacitada para dar un diagnóstico. La profesora de Tamara, por ejemplo, aunque hubiera tenido experiencia en el trato con niños, no es la persona especializada en diagnosticar problemas como el autismo.

Para poder atender a sus pacientes los psicólogos se basan en un código ético, pautas de atención que todo profesional debe de seguir. Dentro de éste código se especifica que: “Los servicios que realiza el psicólogo deben de basarse necesariamente de conocimientos válidos, confiables y sustentados en evidencias científicas” (Sociedad Mexicana de Psicología, 2000). Así que los tratamientos de los psicólogos no se reducen a escuchar y dar buenos consejos, sino que deben ser planeados, estructurados y con evidencia científica detrás. Las constelaciones familiares, flores de Bach, terapias de conversión, programación neurolingüística y sesiones de coaching no son de ninguna manera tratamientos psicológicos ya que no existe estudio alguno que las sustente. Y hasta que no los haya seguirán siendo parte de la medicina alternativa, junto con la homeopatía y los productos milagro. En el caso de Tamara, el psicólogo encargado del diagnóstico faltó a su código ético al utilizar el coaching como instrumento para diagnosticar.

Además no todos los tipos de terapias sirven para todos los padecimientos que puede atender un psicólogo. Por ejemplo un tratamiento cognitivo conductual es útil para personas que consumen drogas, mientras que un enfoque neuropsicológico es mejor para personas con signos de demencia. De entrada, cuando alguien propone una única terapia capaz de curar todos los males, hay que desconfiar. Sería como curar a todo un hospital con paracetamol. Las personas que ofrecen este tipo de terapias suelen crear falsas expectativas, asegurando que cualquier problema que tengamos puede ser curado con sus tratamientos.

Así como Tamara terminó siendo mal diagnosticada por un seguidor del coaching, hay muchos pseudo profesionales que se dedican a lucrar con las expectativas de la gente, y aunque muchas veces el caso no pasa de una estafa de unos cuantos miles de pesos, hay ocasiones en las que las consecuencias pueden ser fatales. Un caso emblemáticos es el de Maribel Candelas, una mujer española que luego de ser diagnosticada con cáncer conoció una terapia llamada bioneuroemoción, creada por Enric Corbera. Según la bioneuroemoción, uno puede cambiar su destino y sus enfermedades a partir de cambiar las emociones negativas, las cuales atraen la mala suerte. Maribel creyó en cada una de las palabras de Corbera y decidió suspender su quimioterapia para tratarse exclusivamente mediante la bioneuroemoción. A finales del 2015 Maribel falleció, y aunque Corbera dijo que había sobrepasado sus expectativas de vida y que sus malestares habían desaparecido, le revocaron su licencia para ejercer la medicina.

Como pacientes es difícil saber si la persona que nos atiende es seria o se trata de un charlatán. Algunos consejos básicos son: asegurarse de que la persona tenga los estudios mínimos para poder dar terapia -que en México son la licenciatura y cédula profesional- , que realice evaluaciones rigurosas y entregue el diagnóstico por escrito, que sea claro en el tipo de tratamiento que usará, en el tiempo que tardarán las mejoras y, por supuesto, que guarde la confidencialidad de los datos y de todo lo que se platique dentro de la terapia.

Después de platicar todo esto, los padres de Tamara me prometieron que buscarían ayuda legal. En México la Comisión Nacional de Ética en Psicología se encarga de recibir denuncias por mala praxis de todos los psicólogos del país. Por otro lado la Cofepris se encarga de vigilar que todos los consultorios y clínicas cumplan con los requerimientos legales, como el buen manejo de expedientes y la certificación de los terapeutas. En caso de algún profesional de la salud mental cometa mala praxis hay lugares a dónde acudir.

Mientras les daba los contactos a los padres, Tamara tocó la puerta, estaba preocupada porque ya habíamos tardado un buen rato platicando. Pidió permiso para pasar y se sentó en las piernas de su mamá. Tamara en realidad tenía un atraso específico de lenguaje, y gracias a la terapia adecuada ya es capaz de comunicarse con las personas, ya no se aísla de los demás, pues ya no le da pena hablar frente a los adultos ni frente a desconocidos y gracias a eso ya regula mejor sus emociones. Lo que para un ojo inexperto era síndrome de asperger, había sido correctamente diagnosticado y tratado.

REFERENCIAS

Estavillo, Joseph. (2018) ¿Cómo saber si vas con un psicólogo o con un impostor?.

Recuperado de https://www.revistamoi.com/cucu/como-identificar-a-un-buen-psicologo/

Martínez, Isidoro. (2015). Fallece seguidora de bioneuroemoción. Recuperado de:

Fallece seguidora de «bioneuroemoción»: Maribel Candelas


Sociedad Mexicana de Psicología. (2000). Código ético del Psicólogo.

Psicología basada en evidencia,(2019) ¿Qué terapias cuentan con evidencia?. Recuperado de:

https://www.facebook.com/psicologiabasadaenevidencia/posts/1898502893588264

Autor - Juan José F. Valdiviezo

Egresado de la Facultad de Psicología de la UNAM con amplia experiencia en divulgación de las neurociencias. Actualmente trabaja en investigación con pacientes consumidores de drogas y niños con problemas cognitivos. Es amante de la ciencia ficción

Diseñadora - Linda Soley Silva

Diseñadora egresada de la Facultad de Artes y Diseño con gusto por los medios de comunicación, las ciencias naturales, el arte, los museos y las expresiones culturales de la caótica ciudad de México. Actualmente estudia una especialidad en animación 3D.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Ciencia
BombillaIluminarte

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

Hay parte del Universo en ti. Hay hidrógeno en los tejidos de tu cuerpo. Es por eso que realmente la relación que se tiene con el cosmos va más allá de solo conocer el nombre de los planetas de nuestro sistema solar, más allá de decir que no sirve de nada. Efectivamente, te sientes nada y todo a la vez.

LEER MÁS »
Arte
BombillaIluminarte

Una receta melódica

Ahora que muchos hemos optado por el distanciamiento social ante la amenaza de un nuevo virus, la comunidad artística se ha ido adaptando para compartir sus creaciones mediante servicios de

LEER MÁS »
Cerebro
BombillaIluminarte

¿Cómo demandar a tu terapeuta?

La psicología y los tratamientos psicológicos son parte de una rama de las ciencias, las ciencias de la salud. Así como un odontólogo atiende lo relacionado a la salud bucal o el cardiólogo atiende lo relacionado con la salud del corazón, los psicólogos se encargan de atender la salud mental. Y no cualquier persona está capacitada para dar un diagnóstico.

LEER MÁS »
Arte
BombillaIluminarte

LE HAN ROBADO EL CORAZÓN

…pero es una historia bonita, bueno es triste pero también bonita, es una leyenda, que quiere decir que es una historia que no pasó pero que las personas inventaron para explicar el arcoíris.

LEER MÁS »
Ciencia
BombillaIluminarte

AFORTUNADA

La hidroponía es una técnica de cultivo que no utiliza el suelo para sembrar, ¿has visto cómo las plantas necesitan tierra, agua y sol para poder vivir? Pues lo que hacemos en la hidroponía es quitarles la tierra y hacer que las plantas crezcan solo con ayuda del agua y del sol.

LEER MÁS »

ESCÚCHANOS

¡DALE LIKE!

SÍGUENOS EN TWITTER

Ofrecemos al público un acercamiento de la ciencia y el arte, desde un enfoque atractivo, por medio de referentes socio-culturales actuales y cercanos a los intereses del público meta.

Categorías
Arte Ciencia Conciencia Destacadas Fantasía Leyendas

LE HAN ROBADO EL CORAZÓN

LE HAN ROBADO EL CORAZÓN

Después de comer el señor Quiroga se iba a su bar favorito, se había acostumbrado a visitarlo por un pan especial que vendían y por lo cerca que quedaba de su casa. Solo tenía que caminar un par de calles y meterse a un callejón un poco escondido que desembocaba en la puerta del bar. Bajo el rotulo neón, en el que se leía el nombre del local, tenía que forzar la puerta de madera que, hinchada por las lluvias acumuladas, mostraba destellos de un color verde con la madera podrida. El ejercicio de entrar representaba para el señor Quiroga un esfuerzo mayor que para cualquier otra persona, el solo hecho de hacerlo lo cansaba y tenía que sentarse en un banco cerca de la entrada antes de acercarse a la barra.

—Debería cambiar esa puerta Martín, me tengo que pelear con ella siempre que quiero entrar. 

—Ya sé, discúlpeme, las cosas no van bien con las ventas, me subieron los precios de algunos productos y tuve que posponer un par de reparaciones que tenía planeadas. Incluso llegué a considerar que Noelia dejara de tomar las sesiones con usted, pero a ella le sirven mucho y le ha tomado cariño también. 

—Ya le había dicho que no hay problema por los pagos de las clases, usted sabe que lo hago más por tener una ocupación que por el dinero, además, me gusta venir aquí en las tardes y platicar con usted, a mí ya me toca estar solo en casa, tampoco me van bien las cosas en realidad, pero estar aquí me distrae de estar encerrado pensando en mi mujer todo el tiempo… Pero, no le quito más el tiempo, si quiere llame a su hija y empezamos a estudiar, me dijo que tenía un examen el viernes y quería repasar unas cosas. 

—No se apure, acabamos de llegar de la escuela, subió un momento a su cuarto, me dijo que quería enseñarle algo antes de que empezaran. Pero venga, siéntese aquí en la barra. Ya sabe cómo es ella, conociéndola, seguramente se encontró con algo que llamó su atención y le va a tomar un tiempo recordar que debe bajar a la clase. ¿Le sirvo lo de siempre?

—Sí, y deme uno de esos sangüichitos que tiene allá atrás, ¿están buenos?

—Son buenos, los hago yo mismo; puedo meterlo al horno para que le sepa mejor. 

Era un pequeño bar de familia, había sobrevivido al crecimiento de la ciudad y se encontraba casi consumido por edificios departamentales y oficinas de tiempo completo. El barrio donde se ubicaba no era peligroso y conservaba un par de reliquias raras en estos días; aún se podía encontrar uno con caras conocidas en la calle, saludarse con un “buen día” y ser correspondido. 

El bar lo había iniciado el padre de Martín, que trabajó como ingeniero en sistemas por más de treinta años y cuando tuvo oportunidad de conseguir el local no lo pensó mucho. Junto a su esposa manejaban el negocio. Se abría temprano para servir el desayuno, que siempre incluía un café americano cargado. Por la tarde se servía comida corrida y en las noches se tomaban cervezas o malteadas. 

Desde niño, Martín ayudaba en lo que podía en el local. Iba a la escuela en las mañanas y por las tardes ayudaba a limpiar las mesas o servir la comida. Al principio lo hacía de manera esporádica, cuando no tenía mucha tarea, pero cuando iba en la preparatoria comenzó a hacerlo de manera permanente. Tomó esta decisión por dos razones, en principio no le interesaba mucho continuar con una carrera universitaria, no se le dio mucho eso de estudiar; pero también quería que sus papás descansaran, que ya vivieran tranquilos después de una vida de trabajo.

—Y, ¿cómo están tus papás?, me parece que la última vez que los vi fue antes de año nuevo. 

—Están bien, gracias, ayer hablé con ellos. Es gracioso porque siempre que les llamo insisten en que les envíe a Noe con ellos unos días; que diga en la escuela que está enferma y que se las mande de vacaciones. Creo que la consienten demasiado, esos dos,  o a lo mejor se sienten algo solos, no lo sé. 

Los papás de Martín regresaron al pueblo donde habían nacido, tenían una pequeña casa ahí y les gustaba porque era tranquilo y estaba cerca de la playa. Al pasar el local a manos de Martín, tomó la ayuda de un amigo de la familia para que lo apoyara en la cocina y él se encargó de las tareas del tipo administrativas, ver que no hiciera falta nada en el lugar, de mantenerlo en las mejores condiciones posibles y hacer los pagos. Con su amigo cocinando, el sabor de la comida sí cambió un poco. Algunos clientes habituales lo resintieron pero otros más no, incluso se ganaron algunos nuevos comensales.  

Fue por esas fechas que el señor Quiroga empezó a frecuentar el local, iba por las mañanas a tomar un café y se quedaba ahí un par de horas leyendo o escribiendo en un cuaderno pequeño de aspecto usado, en la tapa se podía leer su nombre escrito en cursivas. 

Martín, cuando apenas lo conocía, creía que era un señor que vivía de la asistencia pública, por su aspecto. Casi siempre vestía con un saco de algodón descolorido y un pantalón de pana color vino que le quedaba un poco largo. Tenía una apariencia despreocupada y sin mucha ostentación; a veces llevaba sombrero, pero la mayoría de las ocasiones  mostraba una cabellera despeinada y con bastantes canas. Ya con el trato del día a día, Martín se enteró que había sido profesor de música en una universidad y que había estudiado filosofía durante su juventud. 

—¡Hola señor Quiroga!, mire el dibujo que acabo de hacer.

En la hoja que Noelia sostenía se podía ver el dibujo de un arcoíris. 

—Me tardé en hacerlo, es que quería dibujar un arcoíris, por una historia que nos contó la maestra Clara. Y primero no encontraba mi estuche de colores, después, no me acordaba de cuales colores usar. Y pues solo me acordé del rojo, azul, verde y amarillo. Mire, también dibujé un mar y una montaña y al Sol, es que en la historia también había todas esas cosas. También nos puse a mi papá y a mí, ¿ya vio?

— Sí, te quedó muy bonito, veo que en el dibujo sonríes, ¿pero por qué al sol lo pusiste triste?

—Está triste porque la historia que me contaron es una historia triste, ¿quiere oírla?

—Noelia, el señor Quiroga vino aquí a estudiar contigo y quizá no pueda quedarse tanto tiempo. 

—Pero es una historia bonita, bueno es triste pero también bonita, es una leyenda, que quiere decir que es una historia que no pasó pero que las personas inventaron para explicar el arcoíris. 

—No se preocupe Martín, vamos adelantados en el estudio y Noe es bastante inteligente, seguro le va bien mañana en el examen. De todos modos, me puedo quedar un par de horas más, no estoy ocupado el día de hoy. Cuéntanosla, Noe, por favor. 

—No me acuerdo muy bien, pero la maestra me dio esta hoja con la historia. Bueno, esta historia comienza en un mundo donde hay dos dioses: el dios de la luz y el dios de la oscuridad. El de la luz se llamaba Tupá, era bueno y vivía en el cielo, el otro era malo, se llamaba Anhangá y vivía en el inframundo. Estos dioses gobernaban sobre las personas, y entre todas esas personas una vez existió una joven que era muy bonita, se llamaba Iasá. Era tan pero tan bonita que el dios de la luz se enamoró de ella, a ella también le gustaba él y los dos se enamoraron. Después de un tiempo, el dios del inframundo que también estaba enamorado de Iasá, quiso separarlos para poder casarse con ella. Entonces, un día subió a ver a los padres de Iasá y les prometió que les iba a dar riquezas, comida y bebida por toda su vida si obligaban a su hija a casarse con él. Ellos aceptaron, porque querían ser ricos, y obligaron a su hija a que se casara con Anhangá. Ella, muy triste, aceptó pero puso una condición: que antes de casarse, la dejaran ver a Tupá por última vez. El dios del inframundo le dijo que sí, pero que para ir a verlo tenía que hacerse una herida en el brazo para dejar un camino de sangre, así él podría seguirla y estar seguro de que ella no se escapara.  Ella aceptó. Se hirió el brazo y empezó a caminar hacía Tupá, que vivía en el cielo y mientras caminaba iba dejando un camino de color rojo. Tupá quiso desorientar a Anhangá y le pidió a los dioses del cielo, del sol y del mar que acompañaran a Iasá en su trayecto, que mezclaran sus colores con el rojo de Iasá para que el dios del inframundo viera más colores, no solo el rojo de ella, querían que también viera el amarillo del sol, el azul del cielo y el azul fuerte del mar. Su plan sí dio resultado y lograron confundir a Anhangá pero ella se debilitaba a cada paso que daba y no logró llegar con Tupá.

Iasá cayó en la playa y mientras caía, su sangre se mezcló con los demás colores, y con el verde de la tierra también. Esto hizo que se formara un camino de colores que ahora conocemos como arcoíris, y que ahora está ahí para recordarnos siempre el camino de Iasá hacia Tupá [1]

Me gustó mucho la historia, les dije que era triste, pero también es feliz porque los arcoíris son muy bonitos.  

—Sí son muy bonitos Noelia, ¿te acuerdas que las vacaciones pasadas vimos uno en la carretera, cuando fuimos a visitar a tus abuelos?

—Sí me acuerdo. Pero si la historia de Iasá es una leyenda, entonces ¿cómo se forman esos colores en el cielo, papá?

—Mejor que nos ayude el señor Quiroga en esto hija, yo tampoco lo tengo muy claro, en realidad. 

—Bueno yo tampoco sé mucho sobre ellos, pero sé que los arcoíris se forman por la interacción de la luz del sol con las gotas de agua en la atmósfera. Por eso es más común verlos cuando llueve. Mira, a luz que viene del sol se le llama luz blanca, se le llama así porque está formada por todos los colores y la combinación de todos ellos da como resultado el blanco; y cuando esta luz pasa por la gota, la gota sirve de filtro y solo deja pasar algunos colores y otros no. 

—¿Un filtro, como el que papá usa en la cocina?

—No exactamente, pero es algo parecido; el filtro que usan en la cocina, les ayuda a separar alimentos sólidos de líquidos. Las gotas en cambio, sirven para desviar el camino que lleva la luz. Mira, la luz sale del sol derechita y así entra en la gota, pero cuando la atraviesa se desvía, sale hacia otra dirección. Esta luz que sale, ya tiene color porque sale diferente al interactuar con la gota, tan distinta que ya la podemos ver con siete colores diferentes. 

—Y, ¿por qué los arcoíris tienen esa forma, de arco?

—Eso ya no tiene que ver por completo con la interacción de la luz con las gotas, también depende del lugar desde donde vemos al arcoíris. La vemos como un arco porque nosotros parados en la tierra no vemos el fenómeno completo, un arcoíris en realidad es un círculo. Si lo viéramos desde un avión, por ejemplo, podríamos verlo completo. En principio, cuando la luz sale de las gotas de agua, lo hace con un ángulo muy definido y es la suma de todos eso rayos de luz en un mismo ángulo lo que hace que se forme un arco. ¿Te acuerdas, que una vez me enseñaste una figura de hilos que hiciste en la escuela Noe?, es algo parecido. 

—Ah sí, en la clase de matemáticas. Una vez me dijeron que llevara una tabla con clavos y también hilos de muchos colores. El profesor no dijo que uniéramos algunos clavos con el hilo, y mientras más hilo ponía se iba formando un círculo. Me gustó mucho, porque hice un círculo con puros hilos derechos. 

—Sí, pasa algo parecido con la luz del sol, solo que en el cielo los hilos son los rayos de luz desviados por las gotas. 

—Pues a mí no me gustó mucho esa clase Noelia, porque me avisaste una noche antes que al día siguiente tenías que llevar esa tabla con clavos a la escuela y no dormí por estar acomodando el material. Por cierto, aun no le he puesto un marco a ese trabajo tuyo, recuérdame hacerlo mañana por favor.

—Pues a mí sí me gustó, y mucho. Esta clase de la maestra Clara también, además llevó una guitarra y nos cantó una canción que contaba la historia de Isasá, ¿puedes prestarme tu celular, papá?, para que la escuchen. La maestra nos dijo que era una canción de una cantante que a ella le gustaba mucho. 

—Bueno, pero después de escucharla a estudiar, eh, que mañana te debe ir bien en el examen. 

—Sí, el señor Quiroga me va a ayudar, además él también la quiere escuchar, ¿verdad?

—Sí, Noe, a ver, ponla para escucharla.  Por las bocinas del bar empezó a oírse una guitarra, seguida por la voz de una mujer que decía:

Tú / eres mi sol / mi corazón / un remolino / y yo quise / caer / en tus brazos / dormir / así…[2]

Martín tuvo que escucharla desde la cocina porque había sonado el teléfono, probablemente algún proveedor que preguntaba a qué hora podía pasar al día siguiente. 

Noelia y el señor Quiroga la escucharon mientras preparaban la mesa de estudio, pusieron cada quien su silla a ambos lados de la mesa de madera, el señor Quiroga sacó un par de libros y un cuaderno de notas. Noelia, mientras acomodaba sus cuadernos, cantaba y sonreía.

Autor - Luis Alberto Hernández Canales

Egresado de la Facultad de Química de la UNAM. Creador de contenidos en la Bombilla. Entre sus intereses se encuentran: leer, comer y escuchar música. Piensa que se siente bien estar vivo

Diseñadora - Linda Soley Silva

Diseñadora egresada de la Facultad de Artes y Diseño con gusto por los medios de comunicación, las ciencias naturales, el arte, los museos y las expresiones culturales de la caótica ciudad de México. Actualmente estudia una especialidad en animación 3D

Referencias

[1] Iasá y el origen del arcoíris, leyenda brasileña. 

[2] El origen del arcoíris, canción de Camila Moreno, cantautora chilena

Letra de la canción de Camila Moreno, El origen del arcoiris

… pero es una historia bonita, bueno es triste, pero también bonita, es una leyenda, que quiere decir que es una historia que no pasó, pero que las personas inventaron para explicar el arcoíris.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Ciencia
BombillaIluminarte

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

Hay parte del Universo en ti. Hay hidrógeno en los tejidos de tu cuerpo. Es por eso que realmente la relación que se tiene con el cosmos va más allá de solo conocer el nombre de los planetas de nuestro sistema solar, más allá de decir que no sirve de nada. Efectivamente, te sientes nada y todo a la vez.

LEER MÁS »
Arte
BombillaIluminarte

Una receta melódica

Ahora que muchos hemos optado por el distanciamiento social ante la amenaza de un nuevo virus, la comunidad artística se ha ido adaptando para compartir sus creaciones mediante servicios de

LEER MÁS »
Cerebro
BombillaIluminarte

¿Cómo demandar a tu terapeuta?

La psicología y los tratamientos psicológicos son parte de una rama de las ciencias, las ciencias de la salud. Así como un odontólogo atiende lo relacionado a la salud bucal o el cardiólogo atiende lo relacionado con la salud del corazón, los psicólogos se encargan de atender la salud mental. Y no cualquier persona está capacitada para dar un diagnóstico.

LEER MÁS »
Arte
BombillaIluminarte

LE HAN ROBADO EL CORAZÓN

…pero es una historia bonita, bueno es triste pero también bonita, es una leyenda, que quiere decir que es una historia que no pasó pero que las personas inventaron para explicar el arcoíris.

LEER MÁS »
Ciencia
BombillaIluminarte

AFORTUNADA

La hidroponía es una técnica de cultivo que no utiliza el suelo para sembrar, ¿has visto cómo las plantas necesitan tierra, agua y sol para poder vivir? Pues lo que hacemos en la hidroponía es quitarles la tierra y hacer que las plantas crezcan solo con ayuda del agua y del sol.

LEER MÁS »

ESCÚCHANOS

¡DALE LIKE!

SÍGUENOS EN TWITTER

Ofrecemos al público un acercamiento de la ciencia y el arte, desde un enfoque atractivo, por medio de referentes socio-culturales actuales y cercanos a los intereses del público meta.

Categorías
Ciencia Cine Conciencia Destacadas Ensayos

Mr.Nobody ¿Está todo predeterminado?

Mr.Nobody ¿Está todo predeterminado?

La película “Las vidas posibles de Mr. Nobody” fue dirigida por Jaco Van Dormael en el año 2009 en España y protagonizada por Jared Leto. Para poder comprender este enredado pero entretenido filme podemos plantearnos varias cuestiones conforme se desarrolla la película, algunas de ellas: ¿realmente existimos? ¿Y si todo es parte de nuestra imaginación? Creo que varias personas, si no es que todos, en algún momento hemos pensado en esta posibilidad a cerca de nuestra vida más de una vez y he aquí la pregunta clave: ¿qué es la vida?

La película comienza con un anciano llamado “Mr. Nobody” (Jared Leto) que en el transcurso del filme cuenta la historia de un niño, Nemo, quien enfrenta un difícil momento cuando sus padres se separan y no puede decidir con quién irse. Pero, en realidad Nemo es él mismo recordando su infancia, lo curioso es que Mr. Nobody narra muchas versiones de su propia vida y nos hace creer que vivió varias vidas al mismo tiempo. Esto genera cierta confusión para quién la ve, pues se cuestiona: ¿es esto posible? Cuando nos sentamos a pensar sobre nuestra propia vida, varias veces nos preguntamos qué hubiese sucedido si las cosas fueran diferentes, si hubiéramos tomado otra decisión, por ejemplo: haber escogido otra carrera, tomar otro tipo de transporte, tener otros amigos, haber escogido una pareja diferente a la que se tiene, es como si cada pequeña decisión por insignificante que pareciera nos llevara por caminos diferentes y las cosas no estuvieran predeterminadas en nuestra vida. Pero, pienso que eso es lo que Jaco Van Dormael pretende que analicemos en esta película, pues en el filme cuando Nemo es sólo un bebé tiene la opción de escoger quienes serán sus padres, pero, sin importar las decisiones que toma, irse con su padre donde su vida se basará en cuidarlo por su enfermedad o irse con su madre donde su vida se verá en conflicto con ella, tendrá un padrastro y se enamora de su hermanastra, entonces ¿Su vida ya estaría predeterminada?

Si recurrimos a la física para encontrar una explicación a la ficción, podemos utilizar la teoría de sistemas complejos, con la cual se pretende comprender la complejidad de varios sucesos en la naturaleza, los cuales al estar interconectados entre sí crean información adicional no visible antes del observador, es decir, que una pequeña perturbación en el espacio o lugar puede generar un efecto muy grande. Algo parecido sucede con el efecto mariposa, que dice que, dadas unas circunstancias y condiciones iniciales en un determinado sistema, cualquier pequeña discrepancia entre dos situaciones con una variación pequeña en los datos iniciales acabará dando lugar a situaciones donde ambos sistemas evolucionan en ciertos aspectos de forma completamente diferente, un ejemplo de esto, propuesto por Edward Norton Lorenz menciona que si se parte de dos mundos o situaciones globales casi idénticas, pero en una de ellas hay una mariposa aleteando y en la otra no, a largo plazo, el mundo con la mariposa y el mundo sin la mariposa acabarán siendo muy diferentes. En uno de ellos puede producirse a gran distancia un tornado y en el otro no.

Esto nos ayuda a comprender mejor por qué Nemo de anciano cuenta que tuvo muchas vidas, pues cada pequeña perturbación o decisión que sucediera en su vida lo llevaba a varios caminos, con personas distintas. Con las ecuaciones de dinámica de la física, se puede predecir lo que pasará, me refiero a que podemos determinar a qué velocidad se mueve un móvil, o a que distancia avanzará un tren con las condiciones iniciales. Sin embargo, en la mecánica cuántica no sucede de la misma forma, a nivel atómico, los átomos no distinguen entre pasado o futuro, podemos saber su estado, pero no predecir lo que sucederá. Me refiero a que, si tuviésemos dentro de una botella con agua una pequeña pelota sabemos que esta oscilará, pero, si la misma pelota se colocará en la tapa de la botella, no podemos predecir hacia qué lado caerá y como lo hará. Entonces, relacionándolo con la película, a pesar de que Nemo escogiera a sus papás es muy improbable que pudiera predecir lo que pasaría, qué sería de su vida, con quién se casaría.

Aunque, durante toda la película, Anna se mantiene constante en todas las vidas posibles de Nemo y sería interesante saber qué significa. También, siempre permanece casado o con pareja nunca se muestra solo, esto nos demuestra que para Nemo el amor era una base importante. El agua es otra constante, aunque no supiera nadar, representaba el cambio cuando pasaba de una vida a otra.

Lo que más me intriga de la película es la identidad de Mr. Nobody. Ya que en una parte el anciano menciona que él mismo no existe, que solo es la imaginación del niño que no saber qué decisión tomar, pero al mismo tiempo pareciera que es éste mismo anciano quién recuerda su pasado, ¿Entonces, es Nemo de anciano recordando cuando era niño y una difícil situación que tuvo que enfrentar? ¿O es Nemo de niño imaginando su vida según las dos posibilidades? Pienso que el director lo que quiere dejar a nuestra interpretación, o quizás sean ambas personas al mismo tiempo. Podemos pensar que esto es imposible, pero la paradoja del gato de Schrödinger nos podría dar la posibilidad de lo contrario. En ella Erwin Schrödinger plantea un sistema formado por una caja cerrada y opaca que contiene un gato en su interior, una botella de gas venenoso y un dispositivo, el cual tiene una sola partícula radiactiva con una probabilidad del 50 por ciento de desintegrarse en un tiempo dado, de manera que si la partícula se desintegra, el veneno se libera y el gato muere. Al terminar el tiempo establecido, la probabilidad de que el dispositivo se haya activado y el gato esté muerto es del 50 por ciento, al igual que la probabilidad de que el dispositivo no se haya activado y el gato esté vivo. Como la caja es opaca el observador no puede estar completamente seguro del resultado y debido a esto ambas situaciones son probables.  Según los principios de la mecánica cuántica, hay una propiedad que poseen los electrones, de poder estar en dos lugares distintos al mismo tiempo y ser detectados por los receptores, dándonos a sospechar que el gato estará vivo y muerto a la vez. Sin embargo, una vez que se abra la caja para comprobar el estado del gato perturbaremos este estado, como se menciona en el efecto mariposa. Ahí radica la paradoja.  Relacionándolo con la película, a nivel cuántico podría existir la posibilidad de que efectivamente, Nemo, tuviera diferentes vidas al mismo tiempo.

No sería tan “descabellado” pensar en esta posibilidad. Al final, la película se basa en esto, en las posibilidades ante cualquier perturbación que suceda en el espacio, o decisión que tomemos. Podría ser también que Mr. Nobody haya tenido tantas vidas al mismo tiempo que no fuera nadie. Sería bastante interesante experimentar cada una de las diferentes opciones que se nos presentan en la vida y no quedarse con la duda del qué hubiera sucedido. Aunque, ¿nos agradaría saber qué pasará en nuestro futuro?, al final de esta película Jaco Van Dormael plantea sobre Mr. Nobody: antes era incapaz de hacer una elección porque no sabía que iba a pasar. Ahora que sabe lo que va a pasar, es incapaz de hacer una elección.

REFERENCIAS

  • Ramón García Pelayo y Gross. (1990). Enciclopedia metódica Larousse tomo 5.

Matemáticas, informática, Física. Paseo de Grecia, Barcelona: Larousse.

  • David Holliday, Robert Resnick. (1982). Física. Parte 1 y 2. México D.F: COMPAÑÍA

EDITORIAL CONTINENTAL, S.A. DE C.V.

Agradecimientos:

Dr. Sahen Gacyan. Instituto de Física UNAM

Psicólogo Jonathan Zavala. Facultad de Estudios Superiores Iztacala

 

Autora - Montserrat Fabiola

Estudiante de física de la facultad de Ciencias de la UNAM. Con gusto por la neurociencia, los museos, el jazz, el cine y el deporte, miembro también de la Sociedad Astronómica NIBIRU grupo de divulgación científica. Tiene una gran pasión por los viajes y por aprender siempre algo nuevo en cada lugar.

Diseñadora - Linda Soley Silva

Diseñadora egresada de la Facultad de Artes y Diseño con gusto por los medios de comunicación, las ciencias naturales, el arte, los museos y las expresiones culturales de la caótica ciudad de México. Actualmente estudia una especialidad en animación 3D.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Ciencia
BombillaIluminarte

SOMOS POLVO DE ESTRELLAS

Hay parte del Universo en ti. Hay hidrógeno en los tejidos de tu cuerpo. Es por eso que realmente la relación que se tiene con el cosmos va más allá de solo conocer el nombre de los planetas de nuestro sistema solar, más allá de decir que no sirve de nada. Efectivamente, te sientes nada y todo a la vez.

LEER MÁS »
Arte
BombillaIluminarte

Una receta melódica

Ahora que muchos hemos optado por el distanciamiento social ante la amenaza de un nuevo virus, la comunidad artística se ha ido adaptando para compartir sus creaciones mediante servicios de

LEER MÁS »
Cerebro
BombillaIluminarte

¿Cómo demandar a tu terapeuta?

La psicología y los tratamientos psicológicos son parte de una rama de las ciencias, las ciencias de la salud. Así como un odontólogo atiende lo relacionado a la salud bucal o el cardiólogo atiende lo relacionado con la salud del corazón, los psicólogos se encargan de atender la salud mental. Y no cualquier persona está capacitada para dar un diagnóstico.

LEER MÁS »
Arte
BombillaIluminarte

LE HAN ROBADO EL CORAZÓN

…pero es una historia bonita, bueno es triste pero también bonita, es una leyenda, que quiere decir que es una historia que no pasó pero que las personas inventaron para explicar el arcoíris.

LEER MÁS »
Ciencia
BombillaIluminarte

AFORTUNADA

La hidroponía es una técnica de cultivo que no utiliza el suelo para sembrar, ¿has visto cómo las plantas necesitan tierra, agua y sol para poder vivir? Pues lo que hacemos en la hidroponía es quitarles la tierra y hacer que las plantas crezcan solo con ayuda del agua y del sol.

LEER MÁS »

ESCÚCHANOS

¡DALE LIKE!

SÍGUENOS EN TWITTER

Ofrecemos al público un acercamiento de la ciencia y el arte, desde un enfoque atractivo, por medio de referentes socio-culturales actuales y cercanos a los intereses del público meta.

Categorías
Artículos Ciencia Conciencia Destacadas Diálogos Ensayos Reseñas

DIENTES DE DRAGÓN Y LA GUERRA DE LOS HUESOS

«Dientes de Dragón» es una novela póstuma escrita por Michael Crichton. En ella se cuenta la historia de uno de los estudiantes del paleontólogo Othniel Marsh (1831-1899) y tiene como contexto la parte más encarnizada de la Guerra de los Huesos, que es el nombre que se le da la disputa académica entre este paleontólogo y su rival el también estadunidense Edward Cope (1840-1897). La novela fue publicada el año pasado y ha recibido varias críticas, desde que es una narración simplista, por USA Today, hasta que es una novela histórica bien estructurada según The Washington Post. Para explicar al lector qué fue la Guerra de los Huesos, utilizaré a un estudiante ficticio que trabajó para ambos paleontólogos.


Es 12 de enero de 1890 en Nueva York. Un estudiante lee una nota en la primera plana del Herald sobre uno de sus profesores en Yale. El titular es «Científicos libran guerra encarnizada» y el texto expone una década de conflicto entre Othniel Marsh, el ahora presidente de la Academia Nacional de Ciencias, y su rival, el paleontólogo Edward Cope de la Universidad de Pensilvania. Cope denuncia en las nueve columnas de la nota los abusos que Marsh ha cometido contra sus estudiantes, además denuncia plagios y actitudes desleales del profesor de la Universidad de Yale.

El estudiante lee la nota pasmado recordando cuando estudiaba en Yale, antes de mudarse a Nueva York. El profesor Othniel Marsh era en realidad desagradable a su parecer. Mientras estuvo en la universidad se escuchaban historias de estudiantes que iban a alguno de los yacimientos de donde Marsh obtenía sus fósiles y terminaban varados en algún lugar del Oeste.

La red ferroviaria comenzaba a construirse y expandirse para comunicar todos los pueblos angloparlantes aislados en Las Grandes Planicies. Estas enormes estepas, entre las Montañas Rocallosas y el río Mississippi, eran el escenario de las Guerras Sioux (1854-1899) que enfrentaba a los pueblos indígenas de los Lakota y Cheyenne contra la armada estadounidense que buscaba establecer dominio total sobre los territorios que hoy forman las Dakotas, Nebraska y Kansas. El Oeste no era el lugar para dejar varado a un estudiante del Este.

El paleontólogo Edward Cope acusaba a Marsh de su actitud parcial en la dirección de la Academia Nacional de Ciencias y de haber puesto obstáculos en la carrera de Cope. Mientras el resto de Nueva York comentaba la nota como algo de la tertulia, en el ámbito paleontológico era un alivio que el conflicto que llevaba más de diez años saliera a la luz. Una especie de catarsis colectiva.

Nadie sabe a ciencia cierta cómo comenzó la rivalidad entre Cope y Marsh. Ambos eran paleontólogos, ambos habían estudiado en Europa y los dos tenían carreras exitosas. Pero en muchos aspectos, Cope y Marsh eran muy contrarios. A finales del siglo XIX había dos escuelas de pensamiento que pretendían explicar la evolución. Para el paleontólogo Cope, la transformación a lo largo de generaciones era explicada por los seis fenómenos que el naturalista británico Richard Owen había postulado, todos ellos relacionados con la estructura interna de los organismos.

Estos seis fenómenos eran la partenogénesis, o reproducción asexual, el desarrollo prolongado de alguna estructura corporal, el nacimiento prematuro, las malformaciones congénitas, la atrofia o reducción de tamaño de un órgano, la hipertrofia o crecimiento de un órgano, y la transmutación, donde un órgano se convierte en otro. Para Marsh, los dos procesos postulados por el también naturalista británico Charles Darwin, la selección natural y la selección sexual, eran suficientes para explicar toda la historia de la vida. Para Cope, la evolución era un proceso dirigido por fuerzas internas; para Marsh, era el ambiente el que tenía el peso más grande en la dirección de la evolución.

Si bien, este pudo haber sido el terreno para la rivalidad, a ciencia cierta nadie sabía dónde había comenzado el antagonismo. La guerra entre ambos había sido declarada en 1866, cuando Marsh reevaluó la reconstrucción de un reptil marino al que Cope había llamado Elasmosaurus. Cope llevaba meses estudiando al plesiosaurio encontrado cerca de Fort Wallace, en Kansas. El esqueleto fue preparado y montado en el Museo de la Academia de Ciencias de Filadelfia y Cope había invitado a Marsh a estudiar el ejemplar. Marsh sugirió que la cabeza se encontraba en el extremo opuesto, y Cope se ofendió por la insinuación, dado que llevaba meses estudiando el espécimen.

Lo cierto es que el error venía de más atrás, cuando en 1851 el profesor Joseph Leidy, de quien Cope era estudiante, había establecido la morfología de las vértebras del cuello en un plesiosaurio más incompleto al que llamó Cimoliasaurus. Cuando Marsh invitó a Leidy a observar el espécimen, Leidy tuvo que reconocer su error en vista de ver al animal completo: lo que pensaba que eran vértebras cervicales eran caudales. Leidy publicó un artículo con la corrección sobre la reconstrucción de Cope, y Cope, en un intento desesperado por enmendar la situación, utilizó sus recursos para intentar comprar todas las copias de la descripción de Elasmosaurus. Marsh y Leidy habían conservado sus copias.

En palabras de Marsh, como quedaría publicado posteriormente, el 19 de enero de 1890, en respuesta a la nota ventilada por Cope la semana anterior en el Herald, esta fue la raíz de la disputa entre ambos.

En la versión de Cope, la rivalidad había comenzado cuando él invitó a Marsh a estudiar unos fósiles de dinosaurios colectados en Nueva Jersey en 1868. Cope había encontrado la localidad y cuando regresó a realizar más excavaciones, el acceso le fue restringido y todos los fósiles de la región fueron mandados a Yale para que Marsh los estudiara. Puede ser que la venganza de este suceso aconteciera años después, en 1872, cuando ambos paleontólogos estaban colectando mamíferos en estratos del Eoceno de la Cuenca Bridger, en Wyoming. Marsh escribió una carta a Cope acusándole de sustraer sin su conocimiento fósiles del yacimiento, que él consideraba suyos; Cope, en respuesta, escribió «todos los especímenes que colectaste en agosto de 1872 me los debes a mí». Sin más contexto, ha sido atribuido que esta oración se refiere a que gracias a los hallazgos realizados en 1868 se propulsó la carrera de Marsh.

La tensión entre Marsh y Cope se extendió por toda la academia zoológica. Sus dimensiones lograron, por ejemplo, que el profesor Joseph Leidy, quien había fundado la paleontología de vertebrados en el Oeste, abandonara la búsqueda de fósiles en esa región temiendo que la pelea entre su ex estudiante y Marsh terminaran pasándole factura.

El estudiante estaba sentado en una cafetería a las afueras del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York y no podía sino leer impávido la tirada en el Herald. Él sabía que pronto sería contactado por el reportero William H. Ballou por haber trabajado para Marsh, y luego haberse ido a Nueva York a trabajar con un amigo cercano de Cope, Henry Fairfield Osborn. Osborn había ayudado en 1855 a Cope durante una crisis financiera comprando parte de la colección de Cope para mudarla y exhibirla en el naciente museo en Nueva York.

Cope tenía dos casas: una para él y su familia, y otra para su colección de fósiles. Con todo y el tamaño de su colección, la colección de Marsh era mucho mayor y él la utilizó como base para fundar el Museo Peabody en 1866, gracias al financiamiento de su acaudalado tío George Peabody.

Cope había recibido en una carta, enviada por el paleontólogo Samuel Wendell Williston, una larga lista de quejas donde aseguraba que Marsh había publicado mucha de la información que había conseguido cuando trabajó con él en 1885 como si hubiera sido solo trabajo de Marsh. Cope utilizó esta carta para ventilar el asunto en la prensa y el estudiante sabía que el periodista estaría buscando a otros colegas naturalistas que hubieran trabajado con ambos solamente para encontrar más aristas en la ya de por sí complicada historia.

El estudiante, quien ahora leía parte de su historia en un café, había pasado un trago muy amargo por culpa de Marsh, pero uno de sus amigos en Yale había pasado por peripecias más grandes al ser abandonado a su suerte durante una expedición organizada por Marsh. La historia de su amigo sería la base de la novela de Michael Crichton casi siglo y medio después: «Dientes de Dragón».

                                     


 

 Este capítulo en la historia de la paleontología se conoce como La Guerra de los Huesos y fue fundamental en el desarrollo de la paleontología moderna. Entre Othniel Marsh y Edward Cope describieron alrededor de 130 especies de dinosaurios y debido a la rapidez con la que se realizaban las publicaciones, la taxonomía de estos hallazgos sigue siendo constantemente revisada.

La paleontología de dinosaurios debe mucho a Michael Crichton y a su novela «Parque Jurásico»; pero esta novela debe muchísimo más a La Guerra de los Huesos, porque los dinosaurios descritos en la novela de Crichton, Hadrosaurus, Tyrannosaurus y Velocirator fueron descritos primero por Leidy y Osborn, mientras que Apatosaurus, Coelurus, Dryosaurus, Stegosaurus y Triceratops fueron descritos por Marsh.

Como paleontólogo, considero que la novela de Michael Crichton refleja de manera fidedigna las personalidades de Marsh y Cope. Sin embargo, para disfrutar esta novela puede ser necesario entender las dimensiones de la Guerra de los Huesos, un evento parteaguas en el modo en el que los investigadores comenzaron a hacer ciencia. Si bien no hubo bajas en esta guerra, la rivalidad entre estos dos personajes fijaría el rumbo de la paleontología por el siglo siguiente y hasta la actualidad.

 

«Dientes de Dragón» no es una historia sobre dinosaurios, sino sobre paleontólogos. Es un recordatorio sobre el origen de nuestra fascinación por los dinosaurios y que desempolva la historia para hacer populares los nombres de Marsh y Cope. En parte, a ellos agradecemos que la franquicia de «Parque Jurásico» nos mostrara «cuando los dinosaurios gobernaban la Tierra».

 

Autor

Omar Rafael Regalado Fernández[author] [author_image timthumb=’off’]https://labombillailuminarte.org/wp-content/uploads/2018/12/IMG_20180829_150059086.jpg[/author_image] [author_info]Biólogo egresado de la facultad de ciencias de la UNAM. Candidato a doctor en Ciencias de la Tierra por University College London (UCL). Es paleontólogo especializado en dinosaurios que actualmente realiza su tesis sobre la historia evolutiva de los dinosaurios sauropodomorfos. En sus ratos libres es divulgador de la ciencia en medios de comunicación hispanos. [/author_info] [/author]  

Ilustración

Linda Soley Silva[author] [author_image timthumb=’on’]https://labombillailuminarte.org/wp-content/uploads/2018/12/soley.jpg[/author_image] [author_info]Diseñadora egresada de la Facultad de Artes y Diseño con gusto por los medios de comunicación, las ciencias naturales, el arte, los museos y las expresiones culturales de la caótica ciudad de México. Actualmente estudia una especialidad en animación 3D.[/author_info] [/author]  

Categorías
Conciencia Destacadas Fantasía Iluminarte Universo

Un día a la vez, un universo a la vez

Cuando era joven trabajaba vendiendo café en mi natal Guanajuato, lo vendía de casa en casa con la ayuda de un contenedor amarrado a mi espalda. Era un aparato peculiar, a simple vista daba la idea de que era una mochila metálica, como esas mochilas que usan los motociclistas para no romper sus pertenencias en caso de una caída a gran velocidad. Pero mi “mochila” era en realidad una cafetera móvil que podía contener hasta diez litros de café, el cual se servía por una manguera que salía desde la parte baja del contenedor y se sostenía por delante a la correa derecha. Todas las mañanas me levantaba muy temprano para preparar el café y salía a venderlo a la hora en que la gente se dirigía al trabajo o a la escuela.

La mayoría de las personas me conocían y sabían que, además de no dar caro, servía un buen café; gracias a esto terminaba de vender mi producto relativamente rápido, esto era una ventaja  porque así podía cursar la escuela preparatoria por las tardes y me quedaba tiempo de, por las noches, hacer mi tarea mientras prepara todo lo necesario para el café del día siguiente.

Yo mismo era adicto al café, no podía empezar mi día sin tomarme al menos una taza, y por las noches cuando me encontraba cansado podía contrarrestar los efectos de este cansancio con ayuda de otra taza. Por ahí había leído que el café contenía cafeína, una molécula que inhibe a otra molécula, esta última conocida como adenosina, que se libera cuando estamos cansados y sirve para ayudarnos a descansar mediante el sueño. Además de inhibir a esta molécula, la cafeína también activa al cuerpo mediante la liberación de adrenalina. En resumen, la cafeína contenida en el café nos quita el sueño y nos da energía.

Me mantuve vendiendo café por casi cinco años, pero tuve que dejar de hacerlo porque me mudé al deefe para estudiar la carrera de matemáticas en la unam. Mi plan era que al terminar la carrera regresaría a mi pueblo para dar clases en la secundaria de allí y también ayudar en la siembra a mi padre, cuidar de él y  también de mi madre.

Al final mi plan no terminó siendo como lo había planeado, esos años universitarios me marcaron de por vida, desde que entré el primer día a las aulas supe que no quería salir de ellas nunca más, quería seguir aprendiendo toda mi vida y verme rodeado de todas esas personas que estaba por conocer. Y así lo hice, después de titularme logré ser adjunto en las clases de ecuaciones diferenciales I y II y años después logré ser profesor titular de esas materias y de un par más.  Después de eso mi vida como académico fue lo más gratificante que me haya pasado, todos los días me transportaba en bicicleta a la universidad y en ella me quedaba la mayor parte del día. Si no me encontraba en el salón de clase rodeado de mis alumnos se me podía ver por mi cubículo, siempre leyendo o escribiendo o preparando exámenes. Mis compañeros y alumnos nunca dejaban de sorprenderme, siempre había algo de qué hablar o algo que hacer.

Pase muchos años de mi vida con ese ritmo, durante el periodo escolar me dedicaba de lleno a impartir mis materias y en las vacaciones viajaba a ver a mis padres al pueblo. Iba a verlos todos los años y siempre les ayudaba a mejorar la casa, a veces encontraba un piso que se podía mejorar, un baño al que le hacía falta cambiar el drenaje o simplemente arreglar el pasto del patio.

Un año en particular, no hace mucho, todo se detuvo para mí; de pronto dejé de existir por un evento nada afortunado y desperté en este lugar desde el que escribo estas líneas.

Es un lugar bastante extraño, no sabría explicar bien qué es o en qué lugar y tiempo se encuentra; para mí se presenta como la casa de mi infancia, una casa de un solo piso en la que puedo salir de mi cuarto e inmediatamente oler la comida que mi mamá cocina. Aquí me desenvuelvo ahora, por las mañanas acompaño a mi papá a la siembra o cosecha (dependiendo de la temporada), en las tardes siempre arreglamos la casa con mi mamá y en las noches platicamos de muchas cosas.

A pesar de que en apariencia llevo una vida normal sigo sin saber bien qué es este lugar porque a partir de él, y con solo desearlo, puedo moverme entre los infinitos universos que se están desarrollando de manera paralela. Así he podido moverme de un universo a otro, siempre siendo espectador, pero viviendo en carne propia lo que mi otro yo de ese universo está viviendo.

En la mayoría de los universos soy yo, es decir soy ser humano, pero en otros no. Por ejemplo, en uno me encontré a mí mismo siendo un leopardo que estaba cazando una gacela.

Estaba escondido en la hierba alta de un vasto pastizal que se extendía bajo un inmenso cielo, la estuve observando durante toda la tarde, analizando cómo se movía, qué hacía cuando escuchaba un ruido y hacia qué plantas se acercaba para comer. Después de una paciente espera, ya el cielo pintaba múltiples estrellas, me abalancé sobre ella y la maté con una rápida mordida a su cuello. Apenas y emitió un sonido, fue un leve estertor que se perdió entre los sonidos de la noche.

No tengo claro cuánto tiempo me mantuve dentro de esa realidad, pero me gustaba mucho estar así: me preocupaba por sobrevivir y mi instinto me guiaba en todo momento.

En otro universo era una majestuosa águila, todas las demás aves se sentían intimidadas cuando me veían bajar en picada desde lo alto. Lo hacía con una agilidad y rapidez impresionantes, desde las alturas lograba ver a mi presa, sentía el viento a mi alrededor y cuando encontraba una ráfaga apropiada la aprovechaba para descender hacia mi alimento.

En un universo, en el que si era humano, vivía en el territorio que conocemos como continente americano. Éste se encontraba organizado de modo tal que los obreros y campesinos trabajadores constituían organizaciones de muchos miembros y en ellos recaía la organización del continente, la administración de la economía y la dirección de la producción. Como la región contaba con muchos recursos naturales y se manejaban de forma responsable, el continente se mantenía en claro crecimiento. Yo, o mejor dicho mi otro yo, también se desempeñaba como profesor, ahí la educación era gratuita y en todos los programas educativos se reforzaba el trabajo para el bien común, más allá del individualismo competitivo. Enseñaba cálculo por las mañanas y en las tardes cuidaba de un jardín comunitario que se encontraba a unas cuadras de la Universidad; en este jardín plantábamos todo tipo de árboles frutales y los cosechábamos en su temporada: de enero a marzo recogíamos manzana y hacíamos yogur o licuados con avena, de marzo a junio podíamos hacer agua de mango fresco y el último semestre del año podíamos hacer jugo de mandarina y comer dulce de guayaba. Nos manteníamos unidos y siempre quedaba tiempo para convivir con los demás, ya que al repartir las tareas de manera colectiva estas se completaban con mayor rapidez, lo que permitía tener más tiempo de esparcimiento. El tiempo que me mantuve en este universo fue un tiempo de paz.

En otro de mis viajes, es raro decirles viajes porque formalmente no lo eran, me tocó llegar a una civilización que había logrado mejorarse al punto en que los seres humanos podían realizar la fotosíntesis. Allí los seres humano eran de color verde, como los extraterrestres que describen muchas de las novelas de ciencia ficción que he leído, pero eran verdes porque, al igual que las plantas, contaban con cloroplastos que llevaban a cabo la fotosíntesis con ayuda de unas proteínas especializadas que absorbían la luz solar y la transformaban en moléculas energéticas que después aprovechaban para transformar los nutrientes que consumían. De esta manera, los seres humanos no tenían que ingerir tanta comida ya, hecho que se veía reflejado en la complexión física que era más bien delgada. Aunque, para ser justos, al perderse el proceso de alimentación también se había perdido ese evento social de “ir a comer con alguien”, acto que más allá de ser para “ir a comer con alguien” siempre nos ha servido para conocer al otro. Esta falta de verse con otras personas compartiendo la comida había disminuido las relaciones humanas; ya casi no existían los amigos, no se respiraba ese espíritu de preocuparse por el otro o de echar una mano a alguien. Basta decir que no duré mucho en ese lugar, me entristeció mucho mantenerme ahí.

Hubo un universo muy raro, cuando aparecí en él me mantuve todo el tiempo arriba de una rueda de la fortuna, acompañado por un oso de peluche. Era un oso de esos famosos Teddy, su particularidad era que este oso de peluche tenía conciencia y se mantenía diciéndome cosas al oído. Estas ideas iban desde lo más rebuscado hasta lo más trivial y casi nunca tenían relación una con otra. La ciudad en la que se encontraba la rueda de la fortuna era extraña, cuando estábamos en la parte baja de la vuelta, se apreciaba una ciudad rural, se apreciaban grandes extensiones de maizales; pero cuando estábamos en la parte más alta de la rueda, la vista era de una ciudad gris con grandes edificios y mucha gente amontonada en ellos. Todo era muy extraño, nada tenía lógica, aun así me mantuve dando miles de vueltas, sin marearme, sin sentir hambre o cansancio. Me sentía tranquilo en la presencia del oso y él no parecía querer hacerme daño, solo se preocupaba en enseñarme.

He ido a muchos más universos, unos más extraños que otros, y he visto muchas cosas, éstas me han enseñado demasiado y mi conciencia se ha expandido a niveles que nunca creí posibles. He conocido lugares indescriptibles y personas excepcionales de las cuales pueda hablar quizás en otro relato.

Pero por mucho tiempo que viaje o por mucho que me ausente, siempre regreso aquí, a mi casa. A mi única casa, esta casa donde crecí y en la que me encuentro con las personas que más he querido. Y a pesar de poder ir a todos esos universos hay uno al que ya no puedo volver, es el primero que habité, aquel en el que ya no existo. Eso no me pone triste sino todo lo contrario, sé que en él dejé muchas personas, más de las que puedo contar con las manos, que siempre me tendrán presente y en quienes, de un modo u otro, dejé mi huella grabada. Creo que en parte se debe a que siempre traté de predicar con el ejemplo, tratando de alejarme de esa idea de la enseñanza individualista, y enseñando para el bien común, siempre tuve claras las palabras de Makárenko:

“…la participación activa en el proceso de aprendizaje y formación de la colectividad reporta felicidad humana, tanto al educador como a los educandos.” [1]

Y es así, muchas de las cosas que hacemos con el otro tienen una importancia enorme de la que a veces no nos damos cuenta. Nuestra persona siempre crecerá cuando compartamos con los otros lo que tenemos, cuando enseñemos lo que sabemos y estemos atentos a lo que el otro tenga que decir. Este hecho es tan cierto que, como en mi caso, nos seguirán recordando aun cuando ya no estemos; ya lo dice la canción:

“No se muere quien se va solo se muere el que se olvida” [2]

 

Referencias

[1] Makárenko A, 1977, “La colectividad y la educación de la personalidad”, Moscú, URSS, Ed. Progreso.

[2] Letra de la canción “El primer trago” del cantante venezolano Tyrone Gonzales “Canserbero”

 

 

Autor 

Luis A. Hernández Canales. [author] [author_image timthumb=’off’]https://labombillailuminarte.org/wp-content/uploads/2018/11/fto-e1543271268267.jpg[/author_image] [author_info]Egresado de la Facultad de Química de la UNAM. Creador de contenidos en la Bombilla. Entre sus intereses se encuentran: leer, comer y escuchar música.

Piensa que se siente bien estar vivo.[/author_info] [/author]

Diseño

Lina Lucía Romero Salas [author] [author_image timthumb=’off’]https://labombillailuminarte.org/wp-content/uploads/2017/11/Foto-15-Lina-Romero.jpg[/author_image] [author_info]Desde pequeña tuvo inquietud por estudiar artes y al terminar esa licenciatura decidió realizar una segunda licenciatura en biología ya que siempre le llamo la atención la naturaleza. Ha realizado ilustraciones para distintos laboratorios y actualmente da un taller de artes plásticas a niños de primaria.[/author_info] [/author]

 

Categorías
Artículos Cerebro Ciencia Conciencia Destacadas

Trasplantes de conciencia

La computación nos ha enseñado que hay una distinción bastante clara entre el hardware y software. El primero es la parte física y permite interactuar directamente con la máquina, el segundo es “el alma” de la máquina, es decir, el programa que va a manipular la información que se ingrese al sistema. En la ciencia ficción existen múltiples historias de cyborgs y robots que ejemplifican la distinción entre software y hardware. Basta recordar al antagonista de Ghost in the shell (1995), el titiritero, un programa capaz de hackear a otros cyborgs, que se apodera de sus cuerpos y los obligar a realizar todo tipo de crímenes.

Pero la distinción entre software y hardware entra en terrenos fangosos cuando lo informático y lo biológico se unen. En los seres vivos el hardware sería nuestro cuerpo, la parte física que nos permite interactuar con el mundo. Definir cuál sería nuestro software es mucho más complicado.

Todo lo que tienen los seres vivos que no es materia física se le ha llamado alma, consciencia, mente, aura, espíritu, entre otros. Descartes ya había abordado este problema mucho antes de que aparecieran las computadoras. Gracias a sus trabajos nace el dilema filosófico llamado cuerpo-alma, o en términos modernos, cuerpo-mente. Dicho dilema tiene una gran variedad de respuestas y resoluciones. Una de ellas es la de Gilbert Ryle quien dice que dicho problema es una confusión lingüística y que es absurdo hacer la distinción entre mente y cuerpo. Incluso ridiculiza el trabajo de Descartes llamándolo “dogma del fantasma en la máquina” haciendo referencia a que, si Descartes estuviera en lo cierto, todos nosotros en realidad seríamos fantasmas conduciendo una máquina que serían nuestros cuerpos.

El problema mente-cuerpo se ha replanteado gracias a los avances en neurociencias y psicología. Si el objeto de estudio de la psicología es la mente, la forma física de esa mente se encontraría en el cerebro, al punto que muchos ahora le llaman el problema mente-cerebro, reduciendo la máquina de Descartes a nuestro sistema nervioso.

Podemos recordar aquí el mundo futurista de la famosa serie Black Mirror donde la consciencia de una persona puede reducirse a los mapas neuronales dentro del cerebro, al punto que esos mapas pueden replicarse como si fueran programas de computadoras: millones de redes neuronales escaneadas que nos darían consciencia aún cuando el cuerpo físico ya no esté, como en el capítulo “Be right back” de la segunda temporada de ésta serie. En otros capítulos se utilizan copias de la consciencia como trabajadores domésticos, parejas que simulan una relación para encontrar el perfect match; también se utilizan estas copias para trasladar una conciencia de lugar una vez que el cuerpo no es capaz de alojarla, entre otros. En pocas palabras, el objetivo es cumplir necesidades que únicamente nuestra misma consciencia sería capaz de llevar a cabo.

Todos estos son ejemplos hasta ahora de ciencia ficción. No obstante, existe un proyecto médico que pretende ir hasta las últimas consecuencias de este dilema entre la mente y el cuerpo. Me refiero al proyecto HEAVEN/GEMINI, mejor conocido como el proyecto del trasplante de cabeza.

 

Proyecto HEAVEN/GEMINI

El sueño de intercambiar cabezas en seres vivos no es nuevo. El primer intento serio sucedió en los años setenta cuando el equipo del neurocirujano Robert White logró trasplantar la cabeza de un mono. Según sus reportes, lograron que el mono sobreviviera durante 8 días, después de los cuales éste falleció. Aunque no especifica las condiciones en que vivió el mono en ese periodo, el texto publicado en 1970 asegura que con la tecnología del siglo XXI sería posible realizar un trasplante de cabeza exitoso en humanos.

Trasplante de cabeza supuestamente exitoso en 1971

 

Hoy en día, siglo XXI, Sergio Canavero, un neurocirujano italiano, asegura que la tecnología ya está disponible para realizar semejante cirugía. Puesto que se trata de un procedimiento nunca antes realizado, conlleva a muchas limitaciones técnicas, materiales y éticas.

Afortunadamente, Canavero cuenta con un voluntario dispuesto a realizarse un trasplante de cabeza (o más bien de cuerpo). Se trata de Valeri Spiridónov, un ruso de 30 años que padece de atrofia muscular-espinal. Una condición genética que afecta el movimiento del cuerpo. Valeri ha vivido sus treinta años sin mover más que la cabeza y manos. A pesar de que aún no es posible descargar la conciencia de Valeri a una simulación artificial, como en el capítulo “San Junípero” de Black Mirror, lo que sí se puede hacer, según Canavero y su equipo, es conseguirle un nuevo cuerpo.

La principal limitante médica del trasplante es lograr que la cabeza sobreviva sin un cuerpo mientras se completa la cirugía, y, por lo que se cuenta de los ensayos en animales, es una cirugía de alrededor de 70 horas. La solución es menos complicada de lo que se podrían imaginar: enfriar al cerebro a 12°C, en esta temperatura su metabolismo baja hasta llegar al 10%. Según Canavero ésta y otras limitantes han sido superadas en pruebas de laboratorio. Lo que ahora le preocupa más a la comunidad científica son los dilemas éticos que trae consigo esta cirugía.

 

¡¿Qué diría Descartes?!

En los últimos 20 años, gracias el avance de las neurociencias, es fácil reducir la existencia de un ser al funcionamiento del cerebro. No obstante, como ya se mencionó al inicio, la distinción entre mente y cerebro no es tan fácil. Para empezar porque nuestra mente no puede existir sin algo físico que lo sustente, así como el cerebro no puede existir sin un cuerpo.

Además, la existencia de un cerebro tampoco tendría mucho sentido sin órganos que lo alimenten de información, es decir, lo que conocemos como sentidos. Debemos aclarar que no son 5 sino alrededor de 10 sentidos bien definidos hasta ahora, más los que aún no se deciden a definir los científicos.

El sentido que más entraría en conflicto con un trasplante de cabeza es el de la propiocepción. Se refiere al mapeo que hace nuestro cerebro de nuestro propio cuerpo. Los mapas corporales se construyen desde la infancia y van adaptándose a la vez que un individuo va creciendo y madurando. Basta ver a un recién nacido en el momento en que descubre que tiene manos para ver a la propiocepción en plena construcción. Ésta, además, es la base de otras habilidades cognitivas como: la orientación espacial, la construcción de identidad, incluso tiene que ver con el sano desarrollo de la capacidad de poner atención.

Aún no sabemos qué puede pasar con la propiocepción en el caso de un cambio brusco de mapas corporales, como lo sería en el caso de una operación HEAVEN/GEMINI exitosa. Los críticos dicen que este choque entre los mapas corporales del cerebro y el resto del sistema nervioso periférico podría ocasionar psicosis, alucinaciones o alteraciones en la consciencia, tal como sucede con los consumidores de drogas como el LSD o los inhalantes, quienes por momentos alteran su sentido de la propiocepción. Hay que recordar que el cerebro y la consciencia humana no son tan sencillos como las inteligencias artificiales de Ghost in the Shell o de la película Her.

 

El futuro nos está alcanzando

Aunque Canavero afirmaba que el trasplante de cabeza sería posible para 2017, lo único que se logró fue que un ensayo clínico, en diciembre de ese año, para probar la eficacia del procedimiento a nivel del tejido nervioso.

El proyecto HEAVEN/GEMINI desata mucho interés científico, dilemas éticos y, por supuesto, morbo. Los especialistas se dividen entre los escépticos que dicen que Valeri no logrará sobrevivir al procedimiento, y los que creen que es técnicamente posible, quienes además, temen a las repercusiones éticas. Hasta ahora, a pesar de lo que publiquen las páginas de noticias amantes del clickbait, no hay ningún registro de una operación 100% exitosa ni en animales ni humanos. Habrá que esperar a que los planes del doctor Canavero se hagan realidad para saber qué tan acertado estaba Descartes sobre el fantasma y la máquina.

Autor:
Juan José F. Valdiviezo
Es egresado de la Facultad de Psicología de la UNAM con amplia experiencia en divulgación de las neurociencias. Actualmente trabaja en investigación con pacientes consumidores de drogas y niños con problemas cognitivos. Es amante de la ciencia ficción.
Ilustración:

Lina Romero egresada de la Facultad de Ciencias como bióloga; estudió en la Facultad de Arte y Diseño de la UNAM la licenciatura en