Durante mi infancia fui un gran aficionado de las “Tortugas Ninja”, aquellos reptiles mutantes que nacieron en 1984 en las páginas de un cómic (creado por Kevin Eastman y Peter Laird titulado Eastman and Laird’s Teenage Mutant Ninja Turtles. Fue lanzado en 1984 y publicado por Mirage Studios).
La historia gira alrededor de cuatro tortugas mutantes (Leonardo, Raphael, Miguel Ángel y Donatello) las cuales han sido entrenadas en el arte del ninjutsu por su sensei rata, el Maestro Splinter. Viven en su guarida en las alcantarillas y emergen de ahí para luchar contra los villanos de la ciudad de Nueva York… y comer la pizza más deliciosa que puedan imaginar. A través de batallas con Shredder, el Kraang y muchísimos mutantes súper poderosos, las Tortugas aprenden a conocerse y confiar en sus hermanos mientras crecen y se convierten en los héroes que están destinados a ser [1].