El mar es hogar de un ser terrible: el ancestro de la destrucción, icono de la muerte y del lamento inminente. Una creación del mundo cinematográfico como un reflejo artístico de la tragedia en los tiempos de guerra.
Godzilla, recuerdo de la destrucción producida cuando la realidad supera a los monstruos de nuestros sueños. Cada tragedia trae consigo diversas enseñanzas que perduran a lo largo de la historia, tal es el caso de este monstruo japonés.
Para comenzar la historia de esta colosal criatura tenemos que remontarnos a los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, cuyo término trajo consigo el genocidio de miles de personas en las ciudades de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945.
A finales de los treintas, el físico alemán Otto Hahn descubrió la fisión del Uranio, proceso mediante el cual se bombardea este material con neutrones para producir una reacción en cadena, generando grandes cantidades de energía. Este hallazgo fue de gran interés para los científicos de la época, tanto que se llegaron a plantear los posibles peligros sobre su uso en la guerra.
El físico húngaro, Leo Szilard, preocupado por la posible creación de una bomba atómica, le escribió a renombrados científicos con el fin de pedirles no publicar los resultados de sus investigaciones relacionadas con la fisión del Uranio.
Durante el régimen nazi algunos científicos se vieron en la necesidad de refugiarse en los Estados Unidos debido a su origen judío. Ellos contemplaron la posibilidad de que Alemania pudiera crear una bomba atómica.
Ante esta posibilidad, el gobierno del presidente Franklin Roosevelt destinó fondos para crear una bomba atómica antes que los alemanes, dando paso al llamado “Proyecto Manhattan”, que contó con la dirección del físico Robert Oppenheimer y la participación de otros grandes científicos entre los que destacan Hans Bethe (Premio Nobel de Física 1967), Enrico Fermi, Edward Teller, Richard Feynman y John von Neumann.
Para el 1° de junio de 1945 la situación de la guerra era favorable para los Estados Unidos, pues Alemania ya se había rendido, y contaban con las fuerzas aliadas para el ataque a Japón. Las tropas estadounidenses habían invadido Okinawa con éxito; Japón dejó de recibir recursos de las Indias y los bombarderos aliados estaban atacando las ciudades y fábricas niponas. ¡Japón estaba próximo a ser derrotado!
A pesar de este panorama, el Comité Interino, creado en la administración del presidente Harry S. Truman para tomar la decisión sobre el uso de la bomba, recomendó realizar un ataque sorpresa contra Japón lo más pronto posible en un blanco militar.
En este punto nos podemos preguntar las razones que llevaron al Comité Interino a tomar tal decisión, siendo que Japón podía ser derrotado por los medios militares convencionales. Cabe resaltar que los científicos Szilard, Fermi, Oppenheimer y Teller sólo asistían como invitados en algunas ocasiones al Comité Interino.
Algunos científicos involucrados en la creación de la bomba estuvieron en desacuerdo con la decisión del Comité. Considerando las terribles consecuencias, propusieron darle un ultimátum a Japón luego de mostrar el poder de la bomba en un desierto, y utilizarla en un ataque sólo después de recibir la aprobación pública mundial y de organismos internacionales.
Sin embargo, la catástrofe estaba a punto de comenzar y con ello la pesadilla de muchos se haría realidad. El 6 de agosto de 1945 a las 14:45, el bombardero B-29 (Enola Gay) despegó y a las 20:45 fue lanzada la primera bomba atómica (Little Boy) sobre la ciudad de Hiroshima, dando lugar al primer genocidio nuclear del mundo. Con ello se acabó de forma inmediata con la vida de aproximadamente 140 mil personas. Dos días después, a las 11:02 del 9 de agosto, una segunda bomba (Fat Man) caía sobre la ciudad de Nagasaki matando al instante alrededor de 80 mil personas.
Lo ocurrido en 1945 fue un acontecimiento complejo que ha de ser entendido mediante una reflexión profunda. Es por esto que Godzilla, el personaje del filme presentado en 1954, va más allá de ser sólo un villano de ficción más, es un ser de la imaginación que nos recuerda la destrucción y el miedo que se vive en los conflictos bélicos.
En la película, Godzilla nace a partir de la radiación producida por las bombas atómicas, así el personaje se muestra como una consecuencia y huella del temor de 9 años atrás. Otro hecho importante es el constante temor del Dr. Daisuke Serizawa de utilizar su invento, el “Destructor de Oxígeno” en contra del monstruo ante el peligro que implica para la humanidad contar con un arma más destructiva que el mismo Godzilla. De este modo, se muestran las dificultades de tratar de arreglar los conflictos con actos violentos.
Otro aspecto a considerar, tanto en la película como en la vida real, es uso del conocimiento científico. Al leer esto, bien podemos hacernos diversas preguntas como: ¿es la ciencia responsable de los desastres ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial?, ¿qué responsabilidad tienen los científicos en relación a sus descubrimientos?
La ciencia es una necesidad humana, desarrollada por una gran cantidad de personas a lo largo de su historia, sin la cual no es posible comprender nuestra realidad actual. Un factor a considerar es saber que tener la capacidad para hacer algo no necesariamente implica que se deba realizar. Siendo de gran importancia para la humanidad, el conocimiento científico debe ser usado con responsabilidad y mucha atención a sus posibles consecuencias, tanto éticas como sociales.
¡Cuánta razón mostró Francisco de Goya al decir “El sueño de la razón produce monstruos”!
Referencias
Pazos, C. (2008). El átomo en las manos del diablo. La Habana: Publicaciones Acuario.
Sala, Ángel. (1998). Godzilla y compañía. España: Ediciones Glénat.
Godzilla (1954), dirigida por Ishirô Honda, Japón.
Héctor Alonso Cote Chavarría
Estudia el séptimo semestre de Física en Facultad de Ciencias, UNAM. Ha participado en el 3er Festival Matemático, en la XX Semana Nacional de Ciencia y Tecnología, la 8a Jornada Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación y en el XX Congreso Nacional de Divulgación de la Ciencia y la Técnica, así como, en actividades universitarias de divulgación relacionadas con el cine y es presidente del Cineclub Ciencias.
Ilustración: Aldo Manuel Ríos Morales.
Estudiante de Diseño de la Comunicación Gráfica en la Uam-X. Su pasión por el arte lo ha llevado a realizar murales, ilustraciones, pinturas y hasta performance. Sin un estilo definido y con una filosofía relajada, vive y disfruta de la etapa de experimentación. Ahora se dedica principalmente a comer, beber, ver películas, bailar y dibujar con uno que otro trabajo ocasional.