Guillermo del Toro, en su más reciente cinta, nos presenta una historia de amor tan especial como cada uno de sus protagonistas: Elisa, una mujer incapaz de hablar y un monstruo que yace prisionero.
Dicha criatura (que nunca recibe nombre durante la película) aparece en los créditos finales como Anphibian man, pero, ¿por qué? Si su cuerpo cubierto de escamas y las aletas en sus extremidades nos hace creer que dicho ser tiene más parecido a un pez que a otra cosa.
Pero ¿qué sabemos del monstruo?
Del Toro ha mencionado que Anphibian man se inspira en la criatura de El monstruo de la laguna negra (1954), cinta de terror que habla de un ser humanoide con rasgos de anfibio y pez, descubierto en una exploración en el Amazonas (tal como a Anphibian man) por un grupo de científicos, que tienen gran interés en dicha criatura pues representa un hallazgo evolutivo en la transición de organismos acuáticos a terrestres.
Por lo anterior, que un ser como el Anphibian man tenga rasgos de pez, no es coincidencia, ya que, evolutivamente, los anfibios provienen de peces con aletas lobuladas, es decir, éstas son extremidades carnosas. Los anfibios primitivos conservaban agallas y escamas, y en lugar de aletas ahora había patas con dedos, lo que nos recuerda el aspecto de la criatura de Del Toro.
Otro aspecto interesante del monstruo es la forma en la que respira. Durante la llegada de la criatura al laboratorio secreto, se menciona que a pesar de estar prioritariamente en un tanque con agua, también tiene la capacidad de respirar en la superficie, lo que nos remite precisamente a los anfibios.
Los anfibios son animales vertebrados que pueden respirar gracias a pulmones, pero también por medio de su piel, que está cubierta de diminutos poros por donde entra el oxígeno.
Estos animales necesitan vivir en lugares templados y tropicales (¿recuerdan el lugar de donde proviene el Anphibian man?) ya que esto ayuda a que su piel permanezca húmeda, lo que es importante para la respiración.
También hay anfibios que, a pesar de tener pulmones, prefieren habitar en un ambiente acuático, razón por la que utilizan branquias para respirar, como el ajolote, y ente caso, también como el Anphibian man.
Las branquias son estructuras respiratorias que ayudan a cubrir la demanda de oxígeno de diversos organismos acuáticos mediante intercambio gaseoso: el oxígeno disuelto en el agua es captado por las branquias y lo pasa a la sangre, que distribuye todo el oxígeno a los tejidos del organismo, finalmente, como resultado de la respiración celular, se produce CO2 que es liberado al medio.
Ahora, si hablamos de reproducción, los anfibios necesitan de un cuerpo de agua, ya que es ahí donde depositarán sus huevecillos, y si recordamos, nuestro querido monstruo anfibio habitaba en un río.
Los huevecillos de anfibios no poseen una protección (o membrana) que los proteja, principalmente de la desecación, es por esa razón que requieren estar en cuerpos de agua generalmente dulce.
Y ¿cómo ocurre la fecundación?
Por lo general, la fecundación es externa, es decir, el macho y la hembra descargan los gametos (células sexuales) en el agua y allí se forman los embriones.
En los anfibios que tienen fecundación interna, el macho se coloca frente a la hembra y libera sacos con espermatozoides, la hembra se acerca y los introduce en su cuerpo. Y de acuerdo a lo descrito por Elisa en The shape of water, el Anphibian man podría entrar en este grupo.
Finalmente, conocemos ese poder que tiene para regenerarse y de cierta forma, para devolverle al cuerpo eso que ya ha perdido (el cabello de Giles o las branquias de Elisa), lo que recuerda inmediatamente al ajolote, único anfibio capaz de regenerar extremidades de su cuerpo. ¿Quién sabe? Quizás el poder del Anphibian man es un guiño a este increíble animal.
Quizás es una exageración, pero así de asombrosos son los anfibios, así de asombrosos son los seres vivos que nos rodean, y sólo si estamos dispuestos a conocerlos podremos ver la gran belleza que poseen.
Autor:
Marco A. Rivas Campos. Es egresado de la FES Iztacala de la carrera de Biología. Cinéfilo, seriéfilo, lector y adicto a los Gummy Bears. Actualmente se desarrolla en áreas de educación ambiental al mismo tiempo que estudia sobre la didáctica de la biología. Su mayor miedo es que acabemos comiendo Soylent Green.
Diseño:
Lina Lucía Romero Salas. Nací en la ciudad de México, desde pequeña tuve inquietud por estudiar artes y fue al terminar esa licenciatura cuando decidí realizar una segunda licenciatura en biología porque siempre me ha llamado la atención la naturaleza. He realizado ilustraciones para distintos laboratorios y actualmente doy un taller de artes plásticas a niños de primaria.
Referencias:
Magaña-Arce, A. (enero de 2018). El agua con forma de amor. Cine Premiere. (280). 24-29.
Solomon, E.P., et al. (2008). Biología (8ª). México. McGraw Hill.
Gil, C. Reproducción de anfibios. Recuperado de
https://anfibios.paradais-sphynx.com/informacion/reproduccion-de-los-anfibios.htm el 09 de febrero 2018.